Big Data e Inteligencia Artificial para una gestión eficiente del agua
30/10/2017

Big Data e Inteligencia Artificial para una gestión eficiente del agua

Big Data e Inteligencia Artificial para una gestión eficiente del agua

El Big Data, la inteligencia artificial y los sensores ya se están aplicando a la gestión y distribución de recursos hídricos del planeta. Se prevé que para 2025 estas tecnologías podrían reducir las fugas de agua hasta un 50%.

WatERP, en busca de la eficiencia

La UNESCO asegura que, en materia de agua, los problemas se encuentran en la gestión. El planeta dispone de agua suficiente, pero es necesario encontrar herramientas que optimicen su uso y gestión. La inteligencia artificial y el Big Data pueden ayudar a convertir el agua en un recurso inteligente y conectado.

Esta es la finalidad del proyecto WatERP, financiado por la Comisión Europea, para la búsqueda de soluciones tecnológicas en el mercado del agua. Se trata de una plataforma web de estándares abiertos para la gestión de este recurso en todas las fases del ciclo: suministro, tratamiento, recogida, etc.

La información y los datos recopilados en la plataforma incluyen todo lo relativo a centros de suministro, ubicaciones y horarios de plantas de tratamiento, información meteorológica y legal. Gracias a ello, se pueden elaborar simulaciones para prevenir futuros escenarios. Según explica el equipo, “ante una situación nueva, el sistema selecciona la situación anterior más apropiada gracias a algoritmos de aprendizaje de máquinas”.

David Gascón, Ceo de Libelium y experto en hidroinformática, sostiene que la gestión actual del agua se basa en datos globales, mientras que lo que se necesitan son más datos locales. Para ello, dice,” hay que medir, no en tres puntos del río, como se hacía antes, sino en 300″. Libelium está especializada en el desarrollo de sensores que recogen y envían datos necesarios para aplicar técnicas de inteligencia artificial que los interpreten automáticamente.

Tecnología, clave para la solución del agua

Esta tecnología se ha aplicado ya en sistemas de riego de diversas ciudades, como Barcelona, donde el ayuntamiento ha conseguido reducir el coste del agua un 25%. La información que ofrece el sistema permite activar el riego solo cuando la tierra lo necesita. Del mismo modo, una startup estadounidense utiliza imágenes satélites para elaborar un registro actualizado del agua disponible en el planeta.

Según McKinsey Global Institute, el uso de sensores para detectar pérdidas eléctricas y de agua podría suponer a las empresas un ahorro de unos 63.000 millones de euros en 2025. Además de reducir hasta en un 50% las fugas.

A pesar de los grandes avances que promete esta tecnología, las empresas desarrolladora topan con las entidades públicas, cuyos nichos son muy acotados y dificultan la gestión integral de las ciudades. Además, las compañías hidráulicas también son reacias a incorporar nueva tecnología, alegando que no han sido testadas en redes de suministro reales. Por lo tanto, de acara a gestionar de manera más inteligente los recursos hídricos, tanto las administraciones como las compañías deben tomar también decisiones inteligentes.

Fuente:Dirge

 

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