‘Smart cities’: ¿cómo serán las ciudades del futuro?
El concepto de Smart cities o ciudades inteligentes es el resultado de la necesidad de orientar nuestra vida diaria y cotidiana hacia modelos energéticos más sostenibles que cuiden del medio ambiente. Infraestructuras, innovación y última tecnología son algunas de las cualidades que tienen que servir en estas ciudades para disminuir el consumo energético y reducir en consecuencia las emisiones de CO2.
¿Cómo será el modelo energético del futuro?
Para mantener nuestro compromiso para vencer el cambio climático, tenemos que evolucionar hacia un modelo energético libre de emisiones contaminantes al medio natural. Por eso, es necesario avanzar hacia la descarbonización del mix energético de forma progresiva, priorizando las energías renovables y garantizando en todo momento la seguridad y la calidad del suministro.En el nuevo modelo libre de emisiones, tendrán un papel destacado las energías renovables y las nuevas tecnologías de almacenaje. Estas, permitirán asegurar la continuidad del suministro con el fin de garantizar el uso cotidiano de energía.
Las tecnologías de almacenaje son necesarias para garantizar un suministro estable
Para potenciar estas nuevas tecnologías, la compañía eléctrica de Endesa impulsa el crecimiento tecnológico para compensar la falta de previsión y la intermitencia de las energías renovables. El almacenaje permite disponer de energía y tenerla disponible para gestionar los flujos de energía, dando apoyo a la red principal y permitiendo una mayor implementación de las energías renovables. Además, el hecho de almacenar la energía permite desarrollar micro-redes de áreas de difícil acceso para llevar la electricidad allí donde sea necesaria.
El almacenaje de energía es necesaria debido al flujo o la intermitencia de las renovables
Uno de los principales retos en los que se enfrentan estas tecnologías para su expansión, es su coste de desarrollo. De cara a los próximos años, se espera una importante reducción del coste de los sistemas de almacenamiento tan con respecto a las baterías de ion litio, por su desarrollo en el vehículo eléctrico, como por la aparición de nuevas tecnologías como las baterías de flujo, metal aire, etc.
Un ejemplo de este nuevo modelo energético lo encontramos en la isla de La Graciosa, en el Canarias, donde la compañía eléctrica participa en un proyecto dirigido a crear un sistema autosuficiente en lo que se pueda generar, almacenar y distribuir la energía de origen renovable a los propios habitantes de la isla. El sistema energético de la isla incluye una tecnología híbrida, mediante además de condensadores y baterías salinas que sirven por regular la tensión de la red provocada por la intermitencia de la energía solar.
Málaga: un laboratorio para crear la ciudad del futuro
El Living Lab de Smartcity de Málaga es el ecosistema de innovación que ha desarrollado Endesa para experimentar y mostrar soluciones que sirvan para construir las ciudades del futuro. El objetivo es conseguir el análisis y las conclusiones más factibles para afrontar los retos del presente y del futuro en una ciudad modelo con grandes posibilidades.
Smartcity Màlaga reúne todas las tecnologías de las redes inteligentes o smart grids, desde la generación de energía distribuida hasta las telecomunicaciones, pasando por la tele gestión y la automatización de la red.
Energía sobre ruedas: Vehicle-to-Grid (V2G)
La tecnología de almacenaje no se centra únicamente en centrales de generación, sino que también puede aplicarse a soluciones que beneficien directamente al consumidor final. El vehículo eléctrico, por ejemplo, puede ser una auténtica «batería sobre ruedas». La idea de la tecnología V2G (Vehículo tono Grid) es conectar el vehículo a un enchufe a fin de que se devuelva parte integral de la red eléctrica ayudando a estabilizarla.
Esta tecnología, permite a los usuarios del vehículo eléctrico poder cargar la batería de su vehículo en horas bajas de consumo y descargar la energía sobrante en su vivienda cuando la energía sea más cara o en momentos picos de demanda. Esta, se trata de una batería móvil inteligente que interactúa con la red de suministro.
La tecnología V2G permite integrar los e-cars (vehículos eléctricos) a la red eléctrica optimizando el flujo de energía de pequeñas instalaciones renovables
Con la tecnología V2G se ha hecho un paso importante en el desarrollo de redes inteligentes (smart grids) ya que, al final, es una herramienta que permite equilibrar mejor la oferta y la demanda entre productores y consumidores de electricidad.
Un ejemplo de uso de este vehículo lo encontramos en Dinamarca, donde el grupo Enel – en el cual pertenece Endesa – instaló diez unidades V2G dentro de la empresa danesa Frederiksberg Forsyning, que también compró diez NV299, la furgoneta Nissan con 0 emisiones. Las furgonetas, pueden recibir o ceder energía a la red nacional, equilibrando las cargas de energía en momentos de picos de producción, sobre todo la que es generada por fuentes renovables, y acumular el exceso de electricidad para después volver a inyectarla a la red cuando sea necesario.
SmartNet: una energía colaborativa
SmartNet es un proyecto europeo que tiene como objetivo crear un modelo de mercado energético más flexible. El aumento del número de viviendas que utilizan fuentes propias de energía renovable, las mejoras en los sistemas de almacenamiento de energía y el creciente uso del vehículo eléctrico, permiten pensar en una nueva forma en gestionar la red eléctrica basada en la flexibilidad.
El usuario adquiere un rol activo desde el momento que tiene capacidad para generar electricidad, convirtiéndose en prosumer: productor y consumidor de energía
Con el proyecto SmartNet se pretende aprovechar las ventajas de estos nuevos prosumers y explorar los usos de las nuevas tecnologías para agregarlos, formando una red de pequeños consumidores y generadores.
El objetivo es mejorar la eficiencia y la estabilidad de la red eléctrica creando, al mismo tiempo, una red más sostenible y flexible donde se incremente el aprovechamiento de los recursos de los clientes y donde haya una disminución de pérdidas y emisiones al reducir las sobrecargas de la red.
El proyecto está desarrollando tres pilotos experimentales en Italia, Dinamarca y España. En Barcelona, se está llevando a cabo el piloto con los repetidores de cobertura de Vodafone, que están repartidos por toda la ciudad. El demostrador consiste en que, a petición de la empresa distribuidora, estos repetidores se desconectan de la red y utilizan a sus baterías ayudando en descongestionar, cuando sea necesario, la red de la ciudad y, al mismo tiempo, ayudar a estabilizar la red a nivel de operador de sistema.