La normativa sobre drones en España no permite realizar vuelos no tripulados sobre zonas habitadas hasta que exista una reglamentación definitiva, lo que ha frenado este negocio en conciertos, partidos de fútbol, manifestaciones olas Fallas, que se habían convertido en un importante negocio para el sector. Las firmas de aeronaves sin tripulación han iniciado su entrada en el sector de la obra pública, que se ejecuta mayoritariamente en espacios abiertos y la medición topográfica en tres dimensiones de explotaciones agrícolas o canteras.

El sector del desarrollo de drones goza de una buena salud en la Comunitat Valenciana, con dos grupos de investigación en la Universitat Politècnica de València (UPV) y un microcluster con empresas privadas y en el que también está la Universitat de València. El primer máster de pilotaje de aviones no tripulados que lanzó la UPV ha colmado todas las expectativas y tiene lista de espera pese a costar 2.500 euros y constar de 320 horas lectivas.

Según explicó Maximiliano Urrutia, director de la firma con sede en Valencia Airworksmedia, en la actualidad y hasta que el Ministerio de Fomento «fije la normativa definitiva» sobre drones el sector tiene que buscarse la vida en espacios no poblados. Así, apuntó Urrutia, en la actualidad realizan trabajos de medición de canteras en imágenes en tres dimensiones para averiguar en poco tiempo el volumen de tierra que se mueve diariamente.En las obras del AVE en Alicante también se están utilizando aviones no tripulados para medir la cantidad de materiales utilizados. En Xaló, los drones se están usando para el control de la biomasa en colaboración con ingenieros agrónomos. Lo proyectos audiovisuales han bajado mucho, aunque se siguen realizando en espacios abiertos como l’Albufera o la playa de l’Ahuir.

Según Fomento, «hasta que no esté aprobada la reglamentación definitiva, las operaciones que se pueden realizar se limitan a zonas no pobladas y al espacio aéreo no controlado». El ministerio a través de Seguridad Aérea sólo permite el vuelo de aviones no tripulados para actividades de investigación y desarrollo, tratamientos aéreos, fitosanitarios y otros que supongan esparcir sustancias en el suelo o la atmósfera, actividades de vigilancia de incendios forestales u operaciones de emergencia.