La tecnología será la herramienta para construir ciudades inteligentes
Es difícil determinar cuál fue la primera ciudad del mundo. Se tienen registros de Uruk, en el actual Irak, que datan del IV milenio a.c. Sin importar cuál fue, durante los últimos milenios las ciudades proliferaron, crecieron y se expandieron hasta llegar a ser como las conocemos hoy en día.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que actualmente cerca del 55 % de la población mundial habita en ciudades, porcentaje que seguirá creciendo. Por esta razón, la construcción y el diseño de las ciudades del futuro son temas que ocupan a expertos y gobiernos del mundo. Y en ese campo, la tecnología y el uso de datos tienen un alto potencial para desarrollar nuevos sistemas de transporte y ciudades mejor conectadas, (BM).
“Lo que se ve, (en el BM) es cómo funciona un sistema de transportes, cómo se conecta, cómo se mueve la gente… cómo realmente se crean sistemas que conecten a la gente a oportunidades”.
Las nuevas aplicaciones móviles comerciales y aquellas creadas por los gobiernos serán clave para una mejor conectividad en las ciudades, pero pensando siempre en usarlas eficientemente, pues así como la creación de carreteras no soluciona el problema de congestión, “la tecnología no es la panacea”.
“Al aumentar el uso de las tecnologías compartidas está bajando el número de usuarios del transporte público, si no las utilizamos de una manera estratégica, no van a solucionar nuestros problemas”
La ciudad inteligente se plantea diferente a la ciudad del siglo XX. Para el Banco Mundial es fundamental que “los modelos de gestión y los marcos organizativos evolucionen”. Es decir, el concepto implica transformar la manera en la que trabajan las ciudades.
Para lograrlo, un sistema de transporte público eficiente es clave. “Un sistema de transporte es un producto intermediario. Lo que queremos es estar conectados, llegar a lugares. Un sistema de transporte nos da acceso”
Aquí entra en juego un nuevo elemento: la data. Recolectar información sobre el movimiento de las personas y sus recorridos en las ciudades se utilizan para mejorar la eficiencia urbana. Se trata de información que serviría, por ejemplo, para determinar cuáles son los niveles de congestión y en dónde, cuáles son las necesidades de los usuarios, entre otras.
El movimiento de personas y bienes a través de plataformas digitales es aún un tema poco explorado por los gobiernos de las ciudades, “es una capa completa de infraestructura que no estamos viendo y que es totalmente nueva, en la que existe un gran potencial de crecimiento”, según los especialistas.
La ciudad del futuro se conectará en buena medida a través de redes y medios digitales, donde la data será el bien más preciado, pues los datos descritos son la información más importante para la toma de decisiones.
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