IoT
12/05/2015

Hay que poner los sensores ya a trabajar y conectarlos a Internet

  • Internet de las Cosas ya está maduro y listo para despegar, según Deloitte, el siguiente desafío es integrar todas las partes del puzzle en la nueva Computación Ambiental

14307623846383Tecnología madura. El Internet de las Cosas está dejando atrás su adolescencia para pasar a una fase de madurez en la que su potencial para recolectar, procesar e interpretar datos procedentes de terminales e Internet puedan tener una importante aplicación en el mundo de los negocios. Al menos, esto es lo que asegura Deloitte en un artículo de en su portal de publicaciones Deloitte University Press. Un paso a la edad adulta para el que la consultora introduce un nuevo concepto: Ambient Computing. Un término que, en castellano podría traducirse cómo Computanción Ambiental y que hace alusión al telón de fondo de sensores, aparatos, inteligencia y agentes que pueden poner Internet de las Cosas a funcionar a pleno rendimiento.

Un paso más allá. Según esta consultora, la Computación Ambiental trata sobre «integrar el entorno de sensores y su potencial de acción en un ecosistema en el que las cosas (con Internet) puedan dar respuesta a lo que está pasando en el negocio y no sólo proporcionar flujos de trabajo estáticos y predefinidos con esquemas de control y procesamientos operacionales distintos». Este salto requerirá algunas capacidades como integrar el flujo de información entre terminales de distintos fabricantes, conocer y gestionar objetos físicos y eventos de bajo nivel para detectar señales y predecir su impacto, orquestar dichas señales y objetos para llevar a cabo eventos complejos de forma integral en el proceso de negocios y, por último, asegurar y monitorizar todos los sistemas que participan en la conectividad e intercambio de información.

Sus grandes ventajas. La computación ambiental goza de una serie de ventajas competitivas en campos cómo el sanitario, especialmente en el ámbito de la cirugía cardiaca; la geolocalización, con una triangulación más exacta y detección de proximidad; conocimiento del entorno físico, con indicadores de radiación o altitud; negocios, a través de una mayor capacidad de procesamiento de información para los entornos de negocios; y servicios de respuesta, con la capacidad de monitorizar y cambiar algunas de las propiedades físicas o acciones del terminal.

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