Bienvenidos a la era del Internet de las cosas
Compañías como Siemens y General Electric compiten con ‘start up’ y otras tecnológicas en la industria conectada.
El Corredor Noroeste de Amtrak es la línea ferroviaria con más actividad de EEUU, al conectar los centros financieros y políticos del país, y la que más quejas genera debido a su lentitud.
A pesar del descontento de los pasajeros, los ingenieros de Amtrak cuentan con algunos de los mejores avances tecnológicos en prevención de demoras. Siemens, el grupo alemán que fabrica laslocomotoras utilizadas en la línea Washington-Nueva York, está desarrollando lo que se conoce como industria del Internet de las Cosas para la predicción preventiva de fallos.
Analizando la información aportada por 900 sensores localizados en cada locomotora, Siemens puede identificar fallos de equipo, ofreciendo soluciones para evitar que las mismas incidencias vuelvan a suceder en el futuro.
Así, las demoras bajaron un 33% en 2016. Rick Shults, director de proyectos de Amtrak para las locomotoras de Siemens, declaró que su tecnología «es capaz de introducir modificaciones mucho antes de que el problema sea detectado».
CAMBIOS RADICALES
El trabajo de Siemens en Amtrak está a la vanguardia en innovación introduciendo cambios radicales para la industria, incluyendo fabricación, energía y transporte. La bajada en el coste de sensores, comunicaciones, análisis y almacenamiento de datos hace que sea posible registrar y procesar grandes volúmenes de información sobre los sistemas físicos, desde los trenes hasta el aceite de los aerogeneradores. Los análisis de temperatura, presión, vibración, movimiento y flujosde la corriente eléctrica pueden prevenir fallos, optimizar el mantenimiento, mejorarel rendimiento e, incluso, cambiar la forma en que los productos son fabricados ydiseñados.
Según Boston Consulting Group, para 2020 las compañías invertirán en torno a 250.000 millones al año en el Internet de las Cosas. La mitad de todos los gastos procede de la producción, transporte e industria eléctrica.
Bill Ruth, director de operaciones digitales de General Electric, asegura que «los análisis de datos y la conectividad máquina a máquina son la vía para alcanzar el siguiente nivel en productividad».
Junto con los avances en robótica e impresión 3D, el Internet de las Cosas es una de las tecnologías que van a transformar el proceso de fabricación vigente en el último par de décadas.
Es por ello que las compañías industriales de todo el mundo están interesadas en invertir en tecnología digital. Este mes, Honeywell, empresa estadounidense de servicios de ingeniería y sistemas aeroespaciales, ha comprado la compañía israelí de ciberseguridad Nextnine, para reforzar la seguridad informática de la empresa.
Siemens ha invertido 15.000 millones de dólares (13.215 millones de euros) en compañías estadounidenses de software desde 2007, y tiene 21.000 ingenieros del software. La empresa alemana Bosch declaró que tiene más de 20.000 ingenieros del software, de los cuales 4.000 están dedicados en exclusiva al Internet de las Cosas. Por su parte, General Electric tiene 14.000 ingenieros de software y pretende contratar 6.000 más como apoyo técnico y de personal .
Los asesores de márketing han encontrado un gran potencial comercial en las plataformas de software. General Electric tiene a Predix, Siemens a Mindsphere, la francesa Schneider Electric a EcoStruxure y la empresaalemana ABB tiene a ABB Ability.
Según Gartner, compañía de investigación tecnológica de información y consultoría, los mercados potenciales están creciendo rápidamente. El pasado año, había 2.400 dispositivos conectados que estaban siendo usados por las compañías, y este año serán unos 3.100 millones. Para 2020, se espera que esta cifra aumente hasta llegar a más de 7.600 millones.
POTENCIAL SIN APROVECHAR
Sin embargo, este futurodigital tarda más en llegar de lo esperado. Ventak Atluri, socio mayoritario en McKinsey, compañía de consultoría administrativa empresarial, considera que el sector tiene potencial, pero las compañías no han sabido aprovecharlo por varias razones. Una de ellas es la necesidad de mejorar la organización empresarial para poder beneficiarse de las nuevas tecnologías. Otra de las dificultades que se encuentran es la falta de adecuación de los estándares industriales a los productos y servicios disponibles.
Las compañías se muestran cautas a la hora de confiar decisiones trascendentales a terceros. «Los clientes son contrarios a los riesgos y así debe ser», afirma Guido Jouret, jefe de tecnología de ABB.
Los clientes potenciales también se muestran precavidos con el control de la información que revele el funcionamiento interno de sus operaciones. Gehring, compañía alemana fabricante de maquinaria, es uno de los usuarios de la plataforma digital MindSphere de Siemens. Su jefe de tecnología, Wolfram Lohse, explicó que entre sus clientes hay fabricantes de coches preocupados por el tratamiento de la información de producción.
Constantemente surgen nuevos competidores en el mercado. Los avances en software brindan una ventaja a los fabricantes frente a las compañías especializadas en información tecnológica, dando lugar a un futuro volátil en la competición y cooperación entre los diferentes grupos.
Compañías ya establecidas como IBM, SAP, Microsoft, Intel y Cisco también ofrecen tecnologías de mantenimiento preventivo, y hay numerosas start up buscando nuevas oportunidades en los mercados industriales. Según IOT Analytics, compañía alemana de investigación tecnológica, el último año hubo más de 360 compañías ofreciendo plataformas de Internet de las Cosas.
Un ejemplo de la dura competencia en el sector se encuentra en la francesa Engie, empresa líder en generadores de energía y proveedores de gas, que buscaba unificar toda su plataforma mundial de tecnología informática para mejorar su eficiencia y servicio al cliente.
General Electric, que cuenta con Engie entre sus clientes, parecía la opción más idónea para el proyecto, pero la empresa francesa prefirió elegir a C3 IOT, una compañía de Silicon Valley fundada en 2009 por Tom Siegel. El acuerdo de Engie es un ejemplo de cómo el dominio en el control de los servicios no se traduce necesariamente en el control del software.
Sin embargo, hay otros ejemplos que complementan el anterior punto de vista, sugiriendo que un completo control sobre el proceso no siempre representa una ventaja. Precognize, start up israelí de mantenimiento predictivo, ha firmado un contrato para trabajar en las plantas de la alemana BASF, compañía química con cotización en Bolsa. Sin embargo, Chen Linchevski, consejero ejecutivo de Precognize, ha admitido la inexperiencia de su empresa en el sector químico.
Linchevski explicó que interesa más ofrecer servicios específicos y dejar que los clientes mantengan gran parte del control de su información, más que pedirles que confíen ciegamente en el saber hacer de la empresa. «Lo importante no es que nosotros tengamos un conocimiento acerca de la industria química, eso es parte de su trabajo. Nosotros conocemos nuestro software, ellos controlan sus plantas» afirmó Linchevski.
Esta decisión plantea una cuestión fundamental para todos los negocios: ¿qué es lo que están haciendo, realmente? Si ceden a terceros el control sobre los datos de la empresa y permiten que tengan un papel en la toma de decisiones, entonces ¿qué valor aportan ellos como empresa?
Francesco Starace, consejero delegado de Enel, empresa productora y distribuidora de gas y energía eléctrica, declara que la compañía prevé la adquisición de proveedores de software, pero integrándolos con su tecnología y diseñando sus propios servicios.
Los ejecutivos y analistas están de acuerdo en que la actual proliferación de plataformas no durará para siempre. Zia Yusuf, socio en BCG, compañía de consultoría administrativa empresarial, afirmó que se prevé el dominio de tres o cuatro proveedores en cada segmento del mercado. Las compañías serían capaces de hacerse con el control de aquellos segmentos en los que ya hayan tenido una posición destacada: Siemens y General Electric en la producción de energía, Siemens en fabricación, Honeywell en desarrollo de productos.
Starace, afirmó que en un mercado tan complejo y cambiante, no se puede dar nada por sentado. «Dentro de cinco años, el enfoque habrá cambiado una y otra vez».
El consejero delegado de Siemens, Joe Kaeser, explicó la importancia de mantenerse alerta ante la dura competencia a la que hacen frente las compañías. «La paranoia no es buena, el miedo sí. Cuando tienes un poco de miedo, los sentidos se agudizan», afirmó Kaeser.
Fuente:Expansión