El uso de esta tecnología todavía causa inquietud en muchas empresas. Por ello mostramos algunos ejemplos de cómo se está usando el Big data en nuestro propio mercado.

Diariamente, los individuos generamos una gran cantidad de datos que las empresas pueden utilizar para mejorar la relación que los clientes tienen con sus productos y/o servicios. El objetivo último del Big Data es convertir todos esos datos en información que faciliten la toma de decisiones en tiempo real. Por eso, el Big data es sobre todo una oportunidad de negocio. Muchas compañías ya lo usan para entender a sus clientes y para gestionar su organización pero ¿qué pasa con el resto de empresas?

Todas las que operan en el mundo digital deberían tener incrustado en su ADN la necesidad de gestionar y analizar en tiempo real las grandes cantidades de datos que atañen a su negocio. Pero desgraciadamente esto no siempre es así, y muchos afrontan esta disyuntiva con temor, como comenta Enrique Serrano, director general de Tinámica (empresa dedicada al big data y business intelligence) enExpansión. “Las compañías están probando y algunas están dando palos de ciego por temor a equivocarse e invertir millones de euros sin garantía de éxito. Equivocarse cuesta millones de euros y hay mucho miedo a tomar la decisión incorrecta. El 60% de los proyectos de big data están fracasando porque no están siendo valientes, pero hay que asumir esos riesgos. Es inevitable, aunque dé un poco de vértigo. Es hacia donde va el mercado. Hay empresas que han formado la estructura de big data, implementado toda la tecnología, los datos que obtienen son a tiempo real, pero las decisiones las adoptan comités de dirección que se reúnen una vez al mes. El error es seguir actuando como una empresa tradicional cuando la tecnología ya nos permite adoptar decisiones en el momento“.