Singapur
Singapur, el centro financiero del sudeste asiático, es posiblemente la principal ciudad inteligente del planeta. Desde que el programa Smart Nation fue lanzado en el 2014, la ciudad ha estado a la vanguardia de la última tecnología y políticas de planificación urbana.
El programa se basa principalmente en torno a una enorme red de sensores y cámaras desplegadas en la ciudad. Estos dispositivos permiten al gobierno analizar todo, desde la congestión del tráfico hasta la densidad de la multitud. Esta red aun no está completamente implementada, pero las autoridades ya son capaces de utilizar los sensores para vigilancia.
Estos datos trabajan con una plataforma de cartografía digital llamada Singapur Virtual. Este simulador hará posible que funcionarios puedan controlar el tráfico e incluso predecir cómo los edificios podrían afectar los patrones de viento o las señales de comunicaciones. El gobierno espera utilizar en el futuro Sigapur Virtual para evacuar a los ciudadanos en caso de desastres naturales, epidemias o actos de terrorismo.
También, la compañía NuTonomy está trabajando con la ciudad para tener en las calles cien autos sin conductor en los próximos meses. Estas adiciones funcionarán al unísono con la plataforma integrada de mapas para perfeccionar aún más los planes para esta metrópoli.
Barcelona, España
Con vastas mejorías a su infraestructura, la capital catalana posiblemente podría rivalizar con Singapur como la ciudad más inteligente de la tierra. Por ejemplo, implementó más de 300 millas de cable de fibra óptica que sirven como la columna vertebral para una red que proporciona Wi-Fi en toda la ciudad.
Barcelona también ha instalado luces de calle LED inalámbricas para reducir el consumo de energía, y cada una de ellas también detecta el movimiento y funciona como un hotspot Wi-Fi para mayor funcionalidad.
Los funcionarios españoles están intentando reelaborar el flujo de automóviles para reducir el tráfico en un 21% durante los próximos dos años. Esta meta es clave para el Plan de Movilidad Urbana de la nación, que planea agregar 124 millas de senderos para bicicletas y construir paradas de autobús más accesibles para promover el uso del transporte público, además de un revolucionario sistema de estacionamiento inteligente.
Además, para preservar el agua, existe una red de sensores de tierra que regulan el riego en relación con la lluvia y temperaturas, y ajustan los sistemas de fuentes de la ciudad para mayor eficiencia. Estos sistemas han permitido a Barcelona aumentar la conservación del agua en un 25%, ahorrando a la ciudad más de medio millón de dólares al año.
Oslo, Noruega
El consumo de energía sostenible es un componente importante de cualquier estrategia progresiva de planificación urbana, y Oslo ha estado a la vanguardia durante años. Mientras que la mayoría de las ciudades usan recursos no renovables de energía, Oslo se basa en la basura como su fuente predominante de combustible limpio.
El país convierte en energía todo lo que se considera basura, desde desechos domésticos hasta residuos industriales, en lugar de simplemente enterrarla o desecharla. La ciudad ha estado tan interesada en la conversión de basura en energía, que en más de una ocasión literalmente se quedó sin basura. Desde entonces, han comenzado a importar residuos de otros países.
La red de transporte en Oslo también ha visto revisiones radicales en los últimos años. Como otras redes metropolitanas avanzadas, Oslo incorpora sensores de estacionamiento incrustados en el asfalto, y los funcionarios monitorean los patrones de tráfico para predecir y evitar la congestión.
Para reducir aún más las emisiones y el desperdicio de energía, Oslo ha desarrollado una sólida red de iluminación. A diferencia de las lámparas de calle tradicionales, estas unidades pueden responder a las condiciones de luz y al ambiente meteorológico para atenuar o producir más luz según sea necesario.
La ciudad también está decidida a reducir los costos de atención médica, y más de mil personas de edad avanzada ya se benefician de una serie de sistemas inteligentes en sus hogares. Estos dispositivos pueden ajustar los termostatos, monitorear el movimiento, el uso de los aparatos domésticos e incluso enviar recordatorios sobre medicamentos diarios. Esto permite que las personas mayores mantengan su independencia mientras reducen los costos generales de la atención médica a domicilio.
Nueva York, USA
La ciudad de Nueva York también ha buscado capitalizar esta ola de integración tecnológica inteligente. Los funcionarios han anunciado la meta sin precedentes de proporcionar el servicio de banda ancha de alta velocidad a la ciudad entera para el año 2025. Haciendo esto, Nueva York estaría diseñando la red Wi-Fi municipal más grande y más rápida del planeta. La iniciativa ofrecerá acceso a Internet a velocidades de gigabits en los cinco condados.
Por otra parte, el vecindario Hudson Yards se ha asociado recientemente con el Centro para la Ciencia Urbana y el Progreso de la Universidad de Nueva York para crear la primera comunidad cuantificada de los Estados Unidos, con casi 17 millones de pies cuadrados de espacio comercial y residencial, incluyendo una escuela, 14 acres de espacio público, así como una central eléctrica.
Otro componente importante de este plan para una ciudad inteligente masiva es el proyecto Midtown in Motion. Funcionarios de la ciudad de Nueva York esperan mejorar el tráfico con una red de sensores y cámaras.
Estas mejoras de infraestructura también esperan aumentar aún más la seguridad pública. Para combatir la delincuencia en la zona, la policía local y funcionarios han construido un sistema acústico de vigilancia de armas de fuego para localizar con precisión cualquier arma en cuestión de segundos.
Una vez que un disparo es escuchado, un operador revisa la huella acústica para eliminar todas las otras posibilidades (ruido del escape del automóvil, fuegos artificiales, etc). Entonces, oficiales cercanos reciben una alerta en su teléfono o tableta. Los funcionarios creen que este sistema va a acelerar los tiempos de respuesta de la policía e incrementar las posibilidades de un arresto en caso de un crimen.