Empresas de A Coruña operan con drones para localizar desaparecidos y detectar incendios
Fotografías aéreas, grabaciones para películas o series, proyectos de investigación, cartografía, fotogrametría, diagnóstico de plagas, fumigación, prevención de incendios, localización de personas desaparecidas, exploración marítima, geológica o meteorológica… Son algunos de los servicios que ofertan las empresas gallegas que operan con drones. Desde que hace seis meses entró en vigor la normativa sobre el uso de este tipo de aparatos, más de 60 operadores de aeronaves de menos de 25 kilos tripuladas por control remoto, cuatro de ellas con sede en la provincia de A Coruña, se han registrado en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento. Los operadores de drones de pequeño tamaño no necesitan autorización de AESA, pero sí tienen que presentar ante la Agencia una declaración responsable conforme cumplen con los requisitos que marca la ley.
Protección Civil de varios ayuntamientos gallegos se han puesto en contacto con algunas de estas empresas gallegas para
utilizar estos aparatos en casos de emergencias, como la localización de mayores enfermos de alzhéimer. Este tipo de dron, según explican desde Aeromedia UAV, ubicada en Oleiros, está provisto de una cámara termográfica o de visión infrarroja que permite detectar cambios de temperatura, por lo que es posible ubicar el punto en el que hay una persona así como detectar un incendio.
En otoño del año pasado, la Xunta anunció su intención de adquirir este año dos drones de vigilancia para situaciones de emergencia, cuya información para la toma de decisiones minimiza costes y riesgos humanos. El precio de estos dispositivos oscila entre los 12.000 y los 40.000, según las compañías consultadas.
La lista de servicios que ofertan los cuatro operadores aéreos en Galicia que ya se registraron en AESA -Aerial Works (A Coruña), Aeromedia UAV (Oleiros), Cartogalicia (Ames) y Contidos y Mensaxes (con sede en A Coruña pero que opera fundamentalmente en las Rías Baixas)- es amplia. Van desde fotografía aérea y fotogrametría, a proyectos de investigación y desarrollo, así como el reconocimiento instrumental relacionado con la exploración marítima, geológica o meteorológica, incluso rodajes de series, películas o documentales, hasta tratamientos de fumigación, observación y vigilancia aérea y localización de personas desaparecidas. Además, algunas compañías también realizan cursos de pilotaje de drones.
Uno de los operadores aéreos más veteranos en la comunidad es Aeromedia UAV, creada en 2012. La empresa radicada en Oleiros colabora con el Parque Illas Atlánticas para realizar a través de sus observaciones aéreas seguimiento del estado del enclave natural, desde el avance de la vegetación hasta el estado de las gaviotas. También realizó proyectos de fumigación para la estación fitopatológica do Areeiro (Pontevedra) y participó en rodajes de series de televisión como Cuéntame, la película Lobos sucios y un documental grabado en Nigeria con TVE sobre la vida del padre Ángel, fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz.
Tanto esta empresa ubicada en Oleiros como Cartogalicia, con sede en Ames, disponen de drones que permiten localizar a desaparecidos y detectar incendios. En Aerial Works, constituida en noviembre pasado en A Coruña por tres socios, trabajan con optocópteros de diseño propio cuyo peso es de 5 kilos sin carga, fundamentalmente pensados para fotogrametría (mediciones del interior de construcciones y obras de ingeniería). En las actividades ofertadas por Contidos e Mensaxes detalladas por la empresa a AESA figuran la fotografía, filmaciones y levantamiento aéreos.
Xunta
En comunidades como Madrid ya se utilizan desde hace más de un año este tipo de aviones no tripulados en ambientes con altas temperaturas y humos contaminantes o tóxicos. La adquisición de este tipo de aparatos por parte de la Xunta podría evitar recurrir al helicóptero o complementar su uso. Actuarían, según explicó en septiembre pasado la Consellería de Presidencia, como un equipo de los Tedax cuando acuden a un lugar donde se sospecha que puede haber explosivos. Su misión: hacer una primera exploración del terreno donde ha ocurrido una accidente para determinar su alcance, como puede ser el derivado de un problema de mercancías peligrosas o en una industria química, e incluso tratar de localizar a un desaparecido en un gruta rocosa.
No es el único uso que la Xunta pretende dar a estos vehículos no tripulados. Otro de los fines de los drones en el que está interesado el Gobierno gallego es el control y prevención de incendios forestales. Aunque la Consellería de Medio Rural había previsto recurrir ya el pasado verano de forma experimental a estas aeronaves para controlar los posibles focos, finalmente aplazó su decisión a la aprobación de la normativa estatal.