BBVA utiliza el ‘big data’ contra las catástrofes naturales
El huracán Odile, el más mortífero que ha pasado por México en los últimos 25 años, no solo provocó 15 muertos y 700 millones de euros en daños, sino también una intensa actividad económica en el Estado de Baja California. Durante los nueve días en los que se prolongó el tifón, los 100.000 clientes de Bancomer –filial del BBVA en el país– realizaron 25.000 operaciones en cada jornada. En torno a ellas ha girado el proyecto de BBVA en colaboración con el programa UN Global Pulse de Naciones Unidas con el fin deutilizar el big data para prever el comportamiento de los ciudadanos ante las catástrofes naturales.
A través de los datos de compras con tarjetas de crédito y de retiradas de efectivo, el banco español estudia la resiliencia económica de la población frente a este tipo de desastres. Es decir, el tiempo que tardan en recuperar la normalidad financiera después de que el ciclón, por ejemplo, tome tierra. Para ello, el departamento de big data de BBVA ha elaborado una serie de patrones de normalidad que reflejan la actividad esperable para la región y ha calculado cuánto tardan sus clientes en retomar un comportamiento normal tras la catástrofe.
Antes incluso de que el tifón tomase tierra, los mexicanos comenzaron a realizar una actividad económica singular. El estudio de BBVA muestra que en los días anteriores al huracán se redujo considerablemente el gasto en ocio y aumentó el dedicado a alimentación y combustible. En estos campos, las familiasincrementaron su consumo hasta un 50% en los días previos mientras que, durante el mes del huracán, se registraron un 30% menos de ventas con tarjeta y un 12% menos de retiradas de efectivo.
En cuanto al análisis por estratos sociales, fueron las clases altas las que más se prepararon para la catástrofe “por contar con más información y capacidad económica”. Son también los más adinerados los que más tardan en recuperarse al haber hecho un mayor acopio de productos y necesitar más tiempo para consumirlo. Al cambiar el foco de la renta al género, las mujeres duplican el gasto durante el huracán, aunque en términos absolutos los hombres dedican un montante mayor. “Esto se debe a que, en condiciones habituales, los hombres gastan más que las mujeres pero varían menos su comportamiento ante una catástrofe natural”, comenta Murillo.
No solo la diferencia de género marca divergencias en el comportamiento ante el huracán, también el nivel socioeconómico. De hecho, BBVA sostiene que tan solo el 50% de la población tiene una cuenta bancaria. El responsable del estudio reconoce que hay un importante segmento de la población mexicana –de las clases sociales más bajas y sin bancarizar– que queda fuera del radar. BBVA, a través de Bancomer, “es la entidad bancaria líder en México –según Murillo– al registrar más de un millón de transacciones en el país y a contar con una cuota de mercado superior al 35%”.
Es esta experiencia adquirida por el banco en países como México la que ha impulsado el acuerdo con Naciones Unidas y su incorporación en el proyecto Data for Social Good, que se anunciará el próximo 25 de septiembre en Nueva York. Este programa supone un intento de la ONU por testar cuáles de sus iniciativas ante las catástrofes naturales son más efectivas a través del análisis de indicadores no solo financieros, sino también en telecomunicaciones e infraestructuras. “No queremos que sea algo puntual, sino un acuerdo a largo plazo”, explican desde BBVA.
Fuente : Cinco Dias