Agricultura y big data, un matrimonio de conveniencia
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La inteligencia empresarial basada en el análisis de datos es imprescindible para alimentar a los 9.000 millones de personas que convivirán en el planeta en el año 2050, según los cálculos de la FAO.
Si existe un sector cuyo avance esté ligado a la tecnología big data, ese es el agrícola. Con ella se puede predecir, entre otras cuestiones, cómo afectan los ciclos climáticos a la producción a partir de multitud de datos recogidos del terreno. Pero, ¿cómo ayuda realmente la tecnología big data a mejorar la producción y optimizar recursos?
La tecnología big data, través de la monitorización y el análisis de datos sobre las condiciones ambientales, las enfermedades de las plantas y otros factoresrecogidos a través de los sensores instalados en la explotación, permite predecir las necesidades de los cultivos y explorar las ineficiencias de los procesos, además de contar con información sobre cómo se prevé la cosecha desde el punto de vista de operaciones, recursos y rentabilidad. El uso de estas tecnologías permite mejorar el uso del número de recursos (ahorrar), predecir las necesidades (planificar) y analizar los procesos (gestionar).
La plataforma bynse, de la empresa tecnológica española Dinsa, se encarga de almacenar y relacionar todos aquellos datos que permiten analizar y desarrollar modelos predictivos personalizados sobre la gestión de la explotación, posibilitando a gestores y productores controlar, en tiempo real y a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet, el estado actual y las necesidades futuras de la explotación, centralizando datos y arrojando, de forma automática y continua, indicadores de ayuda a la toma de decisiones, tanto agronómicas como de negocio, tales como la predicción de producción o de otras necesidades existentes.
“La inteligencia empresarial basada en el análisis de datos cuenta cada día con una mayor implantación en diferentes sectores, pero es en el sector agrícola donde la unión, más que opcional, es necesaria”, comenta Gonzalo Martín, CEO de bynse. “La producción agrícola necesita aumentar un 70% antes del año 2050 utilizando menos recursos y la misma superficie, sin la implantación de la tecnología big data en las explotaciones no será posible cumplir con los objetivos”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que en el año 2050 convivirán 9000 millones de personas en el planeta, 2.000 millones más que en la actualidad, y todo ello sin olvidarnos del contexto en el que el planeta está inmerso: el cambio climático.
bynse cambia por completo los tiempos de producción agrícola, permitiendo al gestor tomar mejores decisiones en cada momento gracias al análisis de grandes cantidades de datos en tiempo real, evitando casos de cosechas perdidas debido a enfermedades, plagas, sequía o lluvias torrenciales y arrojando información sobre las necesidades actuales y futuras de los cultivos.
Durante los años noventa y principios del nuevo siglo, Internet era interpretado por muchos como el lado recreativo, anecdótico y virtual de la vida. El mundo online empezaba a colarse poco a poco en la vida de los ciudadanos y pocos eran los que imaginaban el peso que llegaría a adquirir en apenas una década.
Y es que la forma de entender la información hoy nada tiene que ver con la manera en la que la interpretaba la sociedad que navegaba por primera vez en la red. Internet y la digitalización han provocado que cada dos días en el año 2016 se produzca tanta cantidad de información online como la suma de todas y cada una de las conversaciones que han tenido lugar a lo largo de toda la historia de la humanidad.
Por poner un ejemplo, en el año 2000 tan solo una cuarta parte de la información mundial se encontraba en formato digital; en el año 2007 la situación se revierte de tal manera que la información online ya suponía el 93% del total de la información almacenada en todo el mundo.
En la actualidad, tal cantidad de volumen de datos almacenados en el mundo virtual se ha convertido en un filón para las empresas, las cuales se han visto obligadas a implantar nuevas metodologías para poder analizar y extraer información relevante para la gestión de sus negocios.
Gracias a la tecnología big data y a la interconexión digital de objetos, conocido como Internet de las Cosas (IoT), es posible interpretar información valiosa en tiempo real a través del análisis de grandes cantidades de datos y de la constante generación depreguntas que faciliten la toma de decisiones y la planificación de diferentes acciones estratégicas. En un mercado hipercompetitivo como el actual es fundamental detectar las necesidades del negocio antes de que afecten al rendimiento de la compañía.