Un nuevo modelo energético: de la economía lineal a la economía circular
El actual modelo de producción, gestión de recursos y bienes y servicios, que busca potenciar un consumo a corto plazo, está llevando el planeta a una situación insostenible. En un contexto socioeconómico en que los conceptos de crecimiento, productividad, competitividad, eficiencia, innovación industrial o generación de nuevos puestos de trabajo son cada vez más importantes, es necesario avanzar hacia un modelo en que los productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos, y consiguiendo a la vez que los recursos que utilizamos, tanto los materiales como los energéticos, sean renovables o bien procedentes de la reutilización o el reciclaje.
Economía lineal: extraer, producir, consumir y eliminar
Actualmente nos encontramos inmersos en un modelo de economía lineal, en el que los recursos son extraídos del medio, transformados en productos, utilizados por la población de forma individual y, finalmente, depositados como residuos. Ante esta pésima gestión, los problemas medioambientales y la escasez de materias primas son cada vez más evidentes y es necesario un cambio radical en nuestros modelos y hábitos de consumo.
Cada ciudadano europeo consume, por término medio, 14 toneladas de materia prima y genera 4,5 toneladas de residuos al año, la mitad de los cuales se depositan en vertederos
La solución ya no pasa sólo por reciclar o reducir las actividades humanas con impactos negativos sobre el medio ambiente, sino que hay que cambiar el ciclo de vida de los productos, reinventar el diseño, los sistemas productivos y sobre todo el consumo y los hábitos que tenemos incorporados en nuestro día a día.
Un nuevo modelo: la economía circular
La economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos que tiene la finalidad de conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y su valor en todo momento, reduciendo al mínimo la generación de residuos.
Las tres R: reducir, reutilizar y reciclar
Pilares fundamentales de la economía circular
Para la compañía del sector eléctrico Endesa, la economía circular se fundamenta sobre cinco pilares básicos que se aplican de forma amplia en todos el ámbitos de la economía, y en concreto también en nuestros hogares, y contribuir así a hacer un uso de los recursos más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Inputs sostenibles: Uso de fuentes renovables, tanto en lo que se refiere a materiales como a las energías, en vez de utilizar recursos perecederos. Un ejemplo sería la instalación de placas solares tanto en casa como en administraciones. Por otra parte, otro ejemplo podría ser la implementación de iluminación inteligente, que consiste en sustituir el actual sistema por la tecnología LED (con telecontrol o telegestión), que reduce el consumo y la factura eléctrica.
Otro ejemplo de inputs sostenibles lo encontramos en la isla La Graciosa(islas Canarias), un paraje natural único, reserva de la biosfera y un lugar idóneo para ser 100% sostenible. Por eso la isla está inmersa en un proceso de gran innovación eléctrica: evoluciona hacia un sistema autosuficiente en el que podrá generar, almacenar y distribuir su propia energía de origen renovable.
El consorcio que promueve el proyecto desde el 2015 —llamado Graciosa— está implementando en la isla una micro-red que integrará la generación distribuida de la energía obtenida a través de placas fotovoltaicas con unas baterías y ultracondensadores que ayudarán a gestionar la energía fluctuante. Se trata de un amplio abanico de tecnologías que permitirán integrar eficientemente la energía fotovoltaica a la red convencional.
El resultado principal del proyecto es la implementación del Microgrid Manager, un sistema remoto que desde las oficinas de Lanzarote controla el estado actual de la red. El objetivo del proyecto garantiza la fiabilidad del suministro eléctrico ganando eficiencia y reduciendo costes al consumidor.
Extensión de vida útil: La reparación, la actualización y la reutilización, son factores claves para ampliar el ciclo de vida de los productos. Llevando a cabo un buen mantenimiento de los aparatos electrónicos, se consigue que estos duren más tiempo y se contribuye a la transformación hacia un modelo más circular.
En el caso de las calderas, por ejemplo, es importante su mantenimiento para asegurar la seguridad, reducir los incidentes, disminuir los costes de facturación, ahorrar energía y la reducción de contaminantes locales.
Un claro ejemplo de extensión de vida útil para generar nuevas oportunidades de utilización de un antiguo activo industrial, es la creación de un parque de arrecifes artificiales submarinos en el litoral de Sant Adrià de Besòs aprovechando los pantalanes de la antigua central térmica. Con esta iniciativa se está favoreciendo la recuperación del medio natural y la potenciación de la biodiversidad marina, a la vez que se crean oportunidades para llevar a cabo actividades de ocio y de educación ambiental.