Todo lo que debe saber para volar un dron en España
La Policía nos ha recordado las reglas para usar drones en España, y es bueno repasarlas si tenemos pensado comprar uno.
Los drones ya son uno de los regalos (y auto-regalos) más populares, pero si no tenemos cuidado nos podemos meter en líos, o peor aún, podemos meter a otra persona en un lío que nos puede costar muy caro.
Y es que hay ciertas reglas que tenemos que seguir al usar un dron, reglas que dependen de las leyes de cada país. Así que antes de emocionarte y hacer volar el dron en cualquier sitio, lo más importante es que te informes de qué leyes se aplican a los drones en tu país, y qué deberías hacer para no vulnerarlas.
Infórmate antes de volar un dron
El gobierno español por fin regula los drones en España… a medias
En el caso de España, el gobierno implementó a mediados de 2014 varias reglas, pero en su momento ya dijimos que era un trabajo “a medias”, ya que en realidad sólo actualizaron la reglamentación ya existente. Sea como sea, eso es lo que hay que seguir al pie de la letra, así que es bueno repasarlo.
Los drones dependen de la AESA, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea que también se encarga de las normas de la aviación civil, y de hecho estas reglas son prácticamente las mismas que el organismo ya tenía antes de que los drones se hiciesen populares.
Buena parte de este reglamento son cuestiones de sentido común, por lo que si no nos falta de eso no tendremos ningún problema para usar nuestro dron, pero además debemos memorizar algunos datos y detalles importantes.
Para empezar, nunca debemos perder de vista el dron, y siempre debemos mantenerlo a una altura máxima de unos 120 metros. Esta es una regla lógica que evitará que perdamos el control del dron y que lo estrellemos contra un edificio, un árbol, el suelo o peor aún, un viandante. La altura máxima es un detalle importante, sobre todo porque se ha aumentado, antes sólo eran 100 metros.
Lo de “no perder de vista” el dron no sólo implica que esté a una distancia en la que podamos verlo, sino también que no podemos hacerlo volar de noche, ya que lo podemos perder fácilmente sin luz.
No podemos hacer volar el dron en cualquier sitio, y evidentemente no podemos hacerlo en zonas muy pobladas en las que el aparato pueda caer encima de una persona. Así que deberíamos guardar el dron en las zonas urbanas, y en aquellas zonas abiertas en las que se reúnan muchas personas, como playas, parques, conciertos u otros eventos públicos.
Por supuesto, tampoco podemos volar un dron en un sitio en el que sea posible que puedan aparecer otros objetos voladores; así que nada de irse al aeropuerto ni aeródromo para volar un dron, ya que puede provocar serios daños al fuselaje y a los motores en caso de impacto. No sólo debemos evitar aviones, sino también gente haciendo parapente o paracaidismo, por ejemplo.
Al final, es mejor irse a las zonas de aeromodelismo marcadas como tal, pero si nuestra localidad no las tiene, podemos simplemente marcharnos a una zona despoblada.
Por qué es importante seguir la reglamentación de drones
¿Por qué tanto “rollo” por todo esto? Pues porque cualquier daño que pudiera hacer el drone, ya sea personal o material, es responsabilidad de la persona que lo estaba manejando, así que te interesa tener todo esto bien aprendido.
Y si aún así no captas la idea, que sepas que la ley contempla multas de hasta 225.000 € por uso indebido de drones, dependiendo de la gravedad.
La idea general con la que nos debemos quedar es que, aunque no tengamos conocimientos de aviación, ni estos sean necesarios, eso no significa que estemos exentos de volar de manera segura. Siempre que tengamos en cuenta esto, no deberíamos tener problemas con la ley.