Tecnología big data para el ahorro de agua
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El 70% del total de agua consumida en España se destina al riego agrícola, una cifra que podría reducirse casi a la mitad con la implantación de tecnología big data en las explotaciones.
El agua es un recurso natural imprescindible para la vida humana, tanto si hablamos de su consumo directo como su uso destinado a la producción de alimentos y energía, y para el ejercicio de la mayoría de las actividades económicas de cualquier país pero, lamentablemente, es un bien escaso. En este contexto, una gestión eficiente es imprescindible para evitar el agotamiento de las reservas ante sequias y uno de los aliados para conseguirlo es la tecnología big data.
La mayor problemática con la que se encuentra la sociedad es disponer de este preciado bien para la producción de alimentos. En España, tan solo el agua destinada al riego representa un 70% del consumo total y es que, para producir únicamente un kilo de trigo se necesita alrededor de mil kilos de agua. Con estas sumas, se estima que una persona precisa una media de cien litros diarios de agua, mil metros cúbicos al año, para cubrir las necesidades industriales y agrícolas de su país.
Para reducir estas cifras e implantar una gestión eficiente contamos con la tecnología big data, la cual permite el ahorro de agua en explotaciones agrícolas, evitando el gasto de grandes volúmenes de tan preciado bien e impactando positivamente, tanto en el medio ambiente como en la economía de los agricultores y gestores agrícolas.
“La tecnología big data orientada a la agricultura permite unos ahorros que se reflejan rápidamente en el consumo de agua de una explotación agrícola y en el bolsillo del agricultor”. “Por suerte, plataformas como bynse cuentan cada día con una mayor aplicación en cultivos tan dispares como el olivo, la vid, invernaderos o huertas”.
Dinsa optimiza el consumo de recursos hídricos en explotaciones agrícolas a través de su plataforma big data bynse, una solución que recoge información en tiempo real a través de una serie de sensores que se instalan en las fincas y que miden las variables desde el punto de vista del suelo, la planta y el clima; permitiendo la gestión inteligente del riego y el correcto consumo del agua.
Y no solo son útiles aquellos datos recogidos de los sensores sino también aquellainformación procedente de fuentes como la Agencia Estatal de Meteorología u otros organismos que aportan datos relacionados con el clima, el análisis del agua o la composición del suelo.
A través del almacenamiento y la relación de datos, bynse permite analizar y desarrollar modelos predictivos personalizados para la gestión del agua, sacando el máximo partido a un bien escaso que representa uno de los mayores costes para el agricultor y del cual podría ahorrarse hasta un 40% del total de agua utilizada en explotaciones que no cuentan con su implantación.