Los beneficios de usar Big Data en Educación
Muchas veces asociamos el e-Learning con un tipo de educación a distancia que solamente está al alcance de estudiantes universitarios. Sin embargo, y como ya adelantamos en este post sobre lastendencias de la formación online para los próximos años, los expertos vaticinan que usar Big Data en educación supondrá una auténtica revolución. En este artículo explicaremos cómo es posible crear un nuevo sistema de aprendizaje basado en el análisis de grandes cantidades de datos extraídos directamente de los alumnos o, en otras palabras, por qué el Big Data estará presente en todos los centros educativos del futuro.
Experimentando con Big Data en las escuelas
Los pioneros de la experimentación con Big Data en educación son AltSchool, un conglomerado de escuelas que se dedica a la innovación. En concreto, en 4 pequeñas escuelas alrededor de San Francisco se está llevando a cabo un experimento para tratar datos y estudiar cómo la tecnología puede ayudar a los profesores a mejorar el aprendizaje de los alumnos.
¿Cómo consiguen esos datos? Pues de varias formas: Para empezar, cuando los alumnos llegan a la escuela deben hacer un “check-in” en una App que controla la asistencia. Además, los alumnos dedican una parte del día a trabajar de forma independiente, utilizando iPads y playlists de actividades que los profesores han seleccionado de acuerdo con sus objetivos personales. En ese momento, se almacenan los datos de los progresos de cada uno de los estudiantes para que el profesor pueda revisarlos más tarde. Por último, las clases son grabadas en vídeo para que los profesores puedan rememorar los momentos importantes con solo pulsar un botón, como haríamos con una SmartTV.
La idea es que todos los datos de estas escuelas sean recopilados en un sistema inteligente y centralizado que permita a los profesores diseñar clases efectivas y personalizadas.
Mientras que muchas escuelas no disponen de nuevas tecnologías para todos los alumnos (como ordenadores u otros dispositivos móviles), AltSchool está desarrollando clases que permiten a todos los estudiantes tener un ordenador personal y otros equipos digitales. Lo nuevo es que estas tecnologías están capturando una cantidad ingente de datos, la suficiente como para buscarpatrones significativos y tener conocimiento sobre cómo aprenden los estudiantes. En resumen, todos estos datos están mostrando cómo es nuestro proceso de aprendizaje y de qué forma la tecnología está haciendo que nuestra educación sea mejor.
¿Qué beneficios nos aporta usar Big Data en Educación?
A pesar de que los resultados definitivos no podrán verse hasta dentro de algunos años, lo cierto es que de momento el uso del Big Data se traduce en una enseñanza más personalizada y centrada en la mejora constante de los métodos de aprendizaje. A día de hoy, AltShcools tiene previsto abrir 4 escuelas más, e incluso vender el acceso al sistema a otras escuelas.
El hecho de usar Big Data en educación no es solamente un fenómeno de escuelas e institutos, sino que también se da en educación superior. En los 7 años que han pasado desde que el primerMassive open online course fue lanzado por dos profesores canadienses, los MOOC se han convertido en una fuente de grandes cantidades de datos sobre las conductas de los estudiantes. Aunque solamente un número relativamente pequeño de alumnos termina completando un MOOC, lo cierto es que sus datos ayudan a los educadores a desarrollar nuevos modelos de enseñanza que pretenden ser más efectivos. Hablamos por ejemplo de los programas que combinan la educación online con el coaching, los exámenes regulares y otras pruebas que miden el progreso.
¿La educación, mejor online o presencial?
Según el MIT Technology Review, la educación online ha demostrado ser en algunos casos más exitosa que las clases presenciales tradicionales. La Arizona State University, por ejemplo, combina las clases presenciales y online: Ofrece vídeos de las clases e incorpora una herramienta online que analiza qué tipo de apoyo necesitan los estudiantes de manera personalizada. Gracias a los informes sobre el progreso de los alumnos, los datos sobre el tiempo de dedicación y el éxito de las sesiones de coaching, el número de estudiantes que consigue aprobar se sitúa en el 75%.
Los datos de los cursos online ofrecen, asimismo, un nuevo nivel de feedback para los profesores. Por ejemplo, un profesor puede analizar si un vídeo ha tenido éxito viendo en qué punto los alumnos han preferido dejar de verlo porque no les interesaba. Otro ejemplo lo encontramos en los exámenes: Si solamente un 20% de los estudiantes que hace un test tiene una pregunta concreta bien respondida, los profesores pueden examinar cómo está explicada esa parte de la clase en el vídeo o cómo estaba formulada la pregunta para ver qué es lo que ha ido mal.