La Universidad presenta a Defensa una autopista para el transporte con drones
Desarrollar una red automática de transporte para drones, algo similar a una autovía o a Internet, pero de tal forma que los vehículos no tripulados se encarguen, circulando por determinadas rutas fijadas, de transportar mercancías desde un punto a otro, sin intervención humana salvo en los centros de control. Esta revolucionaria e innovadora idea ya ha sido presentada ante el Ministerio de Defensa por el catedrático de la Universidad de León Ángel Alonso, quien ha desarrollado este proyecto junto con su equipo de la sección de Control Automático de Drones del Instituto de Automática y Fabricación de la Universidad de León.
Ángel Alonso explica que se crearía una red de dominio público, algo parecido a la red ferroviaria o a las autopistas actuales, para que sean empleadas por los drones y los vehículos no tripulados a los que sumaría «una red gigantesca de control de todo tipo» para organizar los vuelos. Uno de los pasos necesarios para ello y «la clave» de este ambicioso proyecto «es tener controlado el posicionamiento exacto de cada vehículo en todo momento». Aunque en la actualidad los drones son, en su mayoría, pequeños aparatos, el catedrático destaca que su desarrollo aún está en ciernes, «están empezando pero pueden acabar transportando incluso a personas».
Respaldo militar
Este «ambicioso proyecto», como concreta Alonso, cuenta con el respaldo de las bases militares de la Virgen del Camino y El Ferral y aún se están haciendo ajustes, aunque el catedrático de la Universidad de León calcula que el proyecto piloto precisa de unos cinco años de desarrollo para «experimentar con la tecnología y probar las rutas» para después, trasladarlo a la realidad y emplear los drones en el transporte de mercancías o para el uso militar. «Nuestra tarea ahora es convencer a los políticos de que merece la pena arriesgar», explica el profesor de Aeronáutica, quien remarca que así la Universidad cumple con su papel de reflexionar y aportar a la sociedad. Pese a todo, Alonso calcula que no sería hasta dentro de quince o 20 años cuando la red automática de transporte sería solvente.
El objetivo es desarrollar rutas por las que los drones puedan circulan de un punto a otro para el transporte de mercancías o para el uso militar o, simplemente, como pone de ejemplo Ángel Alonso, para actuar en situaciones de emergencia, como en casos de intensas nevadas y pueblos aislados, en los que los drones podrían ser los encargados de llevar a los vecinos de estos pueblos todo lo necesario mientras estén incomunicados por la nieve. Para ello sería imprescindible establecer «protocolos únicos de comunicación para que las mercancías utilicen rutas exclusivas o vías únicas, que podrían anularse en caso de emergencias o de que fuera preciso su uso exclusivo por los militares».