La nueva economía digital y los algoritmos
La transformación digital junto al Internet de las Cosas está cambiando la vida cotidiana de los seres humanos debido a los datos que los usuarios dejan almacenados en la red.
En este sentido el transporte va a estar redirigido por la combinación de datos y el desarrollo de sensores capaces de determinar el tráfico y aportando la mejor ruta, los seguros médicos van a conocer las posibilidades que uno tiene de enfermar, las entidades bancarias sabrán cuál es el producto financiero que mejor se acoge a cada cliente, el ocio también estará dirigido por los negocios digitales y hasta las relaciones sentimentales pueden ser seleccionadas en función de los gustos y preferencias.
Toda esta digitalización de los sectores está marcando una nueva era dónde los datos adquieren una gran importancia pues gracias a ellos aparecen nuevos modelos de negocio. Por ello, el objetivo de las empresas está centrado en el dominio de la información. Aunque las que disponen del mayor almacenamiento son las compañías tecnológicas de EEUU, como Google o Facebook, las cuales están sabiendo cómo explotar esta enorme cantidad de información.
La adquisición de los datos no sirve para nada si las empresas no saben cómo gestionarlos y darles sentido, un proceso que para llevarse a cabo es indispensable la utilización de algoritmos. Estos elementos son de vital importancia ya que se encargan de la gestión de la información. Su funcionamiento consiste en recibir unos datos de entrada y a partir de una serie de criterios establecidos, ofrecen unos datos de salida. En este camino por utilizar bien los datos, un análisis de la consultora Gartner Research sobre el impacto de la ‘economía de los algoritmos’ en la transformación empresarial concluye que lo primordial para las compañías estará en el uso que se aplique a la información. «No es sólo el Big Data, es lo que haces con él», informa el comunicado.
Existen varios ejemplos que funcionan bajo este modelo. El algoritmo de búsqueda de Google, denominado Page Rank, permite rastrear 30 millones de páginas en milésimas de segundo para ofrecer al usuario las 200 mejores soluciones en función de su búsqueda realizada. También destaca el algoritmo de múltiples fuentes desarrollado por Neftlix, el cual según las preferencias de los clientes les ofrece nuevas series o películas que puedan ser de su agrado. Otro caso lo aporta el algoritmo Waze, pensado para que los coches autónomos puedan ser dirigidos con el fin de optar por la mejor ruta en función del tráfico.
El valor de los datos en la era digital
La labor de los algoritmos está siendo y será la clave para definir los procesos de los negocios. La capacidad de estos mecanismos para identificar y extraer el valor real de los datos está provocando en las compañías la implantación de la denominada ‘economía de los algoritmos’, una economía que depende de dos áreas.
La primera de ellas hace referencia al Big Data, un sector marcado por el gran volumen de datos que durante años llevan almacenando las grandes tecnológicas, la rapidez con la que son tratados estos datos y los distintos formatos (texto, vídeo, audio) en los que puede llegar esta información.El desarrollo de estos aspectos requiere del uso de algoritmos capaces de aportar un valor añadido para transformar estos datos en soluciones y servicios. Mientras que la segunda área tiene que ver con la seguridad, pues es necesaria una protección de la información. Por esta razón, las compañías deben invertir en la protección de las infraestructuras de computación y producir algoritmos que aporten confianza y seguridad.
El impacto de los negocios digitales en las empresas ya es una realidad como consecuencia de la transformación que están provocando las tecnologías de Internet en los modelos de trabajo de las compañías, todo ello relacionado a su vez con la revolución que está aconteciendo sobre el funcionamiento de las cosas, más conocido por Internet de la Cosas. La nueva economía digital fundamentada en la utilización de algoritmos ofrecerá al sector empresarial una serie de oportunidades permitiendo a las entidades aumentar las interacciones con los clientes, una mejora en la toma de decisiones respecto al Big Data y la aparición de nuevos modelos de negocio.