Es la era de la hiperconectividad donde cada vez más objetos de nuestro hogar cuentan con conexión a Internet, que puede servir como puerta de entrada a delitos virtuales.

Poder pedir a un asistente virtual que haga las cosas por ti siempre ha sido parte de la ficción. En la película «2001: Una odisea espacial», HAL 9000, un superordenador ficticio, habla con los pasajeros de la astronave y se encarga de controlar sus funciones diarias, hasta que se rebela. Ahora, en la era de la hiperconectividad, los objetos que hay en nuestros hogares cada vez están más conectados y cumplen la misma función que HAL: es el Internet de las cosas. La digitalización del mundo físico.

Imagine un frigorífico que le avise de la fecha de caducidad de los alimentos que contiene o que las zapatillas que usa para hacer deporte registren «en la nube» las estadísticas de cuánto corre cada semana y a qué velocidad. Todo ello facilitaría sin duda nuestra vida cotidiana pero también un filón sin precedentes para los ciberdelincuentes, que ahora cuentan con infinidad de dispositivos susceptibles de ser pirateados y obtener información de ellos, o, como en el filme mencionado, volverlos en nuestra contra.

El gigante tecnológico Apple esta misma semana ha lanzado un sistema operativo en el cual Siri, su asistente virtual, puede controlar a través de nuestra voz todo lo que pasa en nuestra casa. Hay voces que alertan de la dirección que estamos tomando. José Rosell, socio-director de S2 grupo, una empresa de ciberseguridad, alerta sobre esta tendencia:«Muchas veces no pensamos si esta conexión nos sirve para algo».

 Se calcula que en 2020, entre 22.000 y 50.000 millones de dispositivos se conectarán a Internet con el fin de proporcionar a los ciudadanos una vida más fácil. Esta casi imposición implica ciertos riegos, Rosell puntualiza que cuando disponemos esta información en la red tenemos que saber con qué «estamos jugando», pero el experto cree que «sin duda» los beneficios superan a los riesgos «siempre y cuando sepamos manejar estos peligros».

Todo depende, no solo de la seguridad que tienen nuestros dispositivos, sino de la importancia que nosotros queramos darle a esta. La mejor defensa es conocer los ataques.

Fuente: Cadena Ser