IDC ha presentado el ranking 2012 de las Ciudades Inteligentes en España, desvelando las claves de la evolución hacia una Smart City, y que se encuentran en la colaboración público-privada, tener una estrategia financiera propia, implicación de los ciudadanos, procesos internos eficientes y la innovación. Barcelona, Santander, Madrid, Málaga y Bilbao son las urbes que han liderado la clasificación.

En colaboración con Atos, BBVA, Ferrovial Servicios, Microsoft y Urbiotica, IDC ha llevado a cabo la segunda edición de su estudio “Smart Cities 2012”, en el que analiza el grado de inteligencia de 44 ciudades de España con más de 150.000 habitantes. En función de los criterios de visión, voluntad política, colaboración con accionistas, recursos financieros apropiados, inteligencia colectiva, gestión de los proyectos, programas sólidos y gobierno competente, las cinco urbes las cinco ciudades que mejor puntuación han sacado en este ranking son, por orden, Barcelona, Santander, Madrid, Málaga y Bilbao.

Con denominación de Aspirantes, las siguen de cerca, Valladolid, Zaragoza, Vitoria-Gasteiz, Donostia-San Sebastián y Pamplona/Iruña. Otras 20 ciudades restantes han adquirido la categoría de Jugadores; y las 14 últimas, Seguidoras, ya que se encuentran a distancia de sus homólogas en su visión de transformarse en ciudades inteligentes o, posiblemente, todavía no lo han considerado.

Rafael Achaerandio, director de Análisis de IDC España, explica esta clasificación: “Actualmente, las ciudades se encuentran en la primera fase del modelo de madurez, que se inicia con la implantación de proyectos dispersos, como sistemas de gestión del tráfico, de e-Administración, etc. con carácter parcial y aislado. El segundo nivel sería el integrado, e incluiría, entre otras cosas, un gobierno participativo, edificios y contadores inteligentes. Por último, se alcanzaría el tercer nivel de madurez, el conectado, en el que la información es ubicua, el gobierno inclusivo, habría edificios de nulo consumo que aporten a la red, sistemas de movilidad cero emisiones, redes inteligentes de transporte energético y sistemas de seguridad predictivos y ubicuos”.

Finalmente, IDC ha apuntado cinco recomendaciones para aquellas ciudades que quieran avanzar en su evolución hacia la Smart City:

• Crear un ecosistema colaborativo público-privado
• Definir un plan de trabajo evaluable
• Mantener un compromiso constante
• Prestar la atención necesaria a las TIC
• Definir un enfoque holístico del itinerario